Baza, 15 de junio de 2025
Juventudes Socialistas ha denunciado públicamente lo que consideran un nuevo ataque a la educación pública en la provincia, tras conocerse el reparto de los nuevos Ciclos Formativos de Formación Profesional para el curso 2025-2026. Una vez más, las comarcas de Baza y Huéscar han sido completamente excluidas.
El IES Pedro Jiménez Montoya, centro referente en el norte de Granada, presentó una propuesta ambiciosa y bien fundamentada, con cuatro nuevos grados superiores (Administración y Finanzas, Automoción, Integración Social, y Transporte y Logística) y dos cursos de especialización en ámbitos punteros como vehículos eléctricos e inteligencia artificial. La iniciativa contaba con el respaldo de más de 60 empresas locales, asociaciones empresariales e instituciones públicas.
A pesar de todo ese trabajo, la Junta de Andalucía ha ignorado completamente la petición. Mientras tanto, Granada capital y otras zonas del cinturón y la costa sí han sido beneficiadas con nuevas autorizaciones educativas.
“Nos sentimos abandonados. No podemos seguir siendo el agujero negro de la provincia. O estudias pagando en una privada o te marchas fuera. ¿Eso es igualdad de oportunidades? Nos obligan a marcharnos”, ha declarado Alberto Parra, secretario general local de Juventudes Socialistas.
Desde la organización juvenil denuncian que esta decisión no es casual, sino parte de un modelo que castiga a las zonas rurales y vaciadas, especialmente a la juventud que quiere formarse sin tener que abandonar su tierra o endeudarse.
“Esto no va solo de Baza. Va de una forma de gobernar que deja atrás a quienes más necesitan lo público. Moreno Bonilla está desmantelando la educación pública y favoreciendo a las privadas. Y lo hace con la complicidad de su delegada en Granada”, ha afirmado Jorge Ibáñez, secretario general provincial.
Juventudes Socialistas exige a la Consejería de Educación que rectifique de inmediato y dote al norte de la provincia de una oferta de Formación Profesional a la altura del siglo XXI, pensada para fijar población joven, responder a la demanda real del territorio y garantizar igualdad educativa.
“La educación pública no puede ser un privilegio según tu código postal. También aquí hay talento, también aquí hay futuro. Solo necesitamos que nos dejen construirlo”, han concluido.