En el último pleno del Ayuntamiento de Baza se puso de manifiesto una realidad que conviene recordar: el buen hacer o el mal hacer en política no lo determinan las siglas, lo determinan las personas.
A lo largo de casi 40 años de democracia, el PSOE no ha recibido privilegios ni regalos. Ha ganado elecciones y, sobre todo, ha trabajado para transformar un pueblo en una ciudad moderna y equipada. La estación de autobuses, los parques, los centros deportivos, los servicios sanitarios y muchas otras infraestructuras no surgieron por casualidad: fueron fruto del esfuerzo y la gestión de gobiernos socialistas comprometidos con Baza.
Gobernar implica enfrentarse a las adversidades, tomar decisiones, asumir responsabilidades y trabajar sin descanso por el bienestar de los vecinos y vecinas. Y eso es lo que siempre ha hecho el PSOE, tanto quienes hoy formamos parte de esta corporación como quienes nos precedieron.
Resulta evidente que lo que hoy se está gestionando es, en su mayoría, el legado de gobiernos anteriores. Por eso exigimos el mismo nivel de conciencia institucional, compromiso público y respeto por esta ciudad que nosotros siempre hemos demostrado.
Porque representar a Baza no es un eslogan: es una responsabilidad que debe asumirse con altura de miras, rigor y dedicación.