DOS AÑOS DE GOBIERNO PP/ULTRADERECHA EN BAZA: DOS AÑOS DE DESGOBIERNO

Desde el PSOE queremos trasladar a la ciudadanía un análisis de los dos años de mandato del actual equipo de gobierno. Este periodo ha estado marcado por la inestabilidad política, una gestión basada en la inercia de la herencia recibida del PSOE y una alarmante ausencia de proyecto propio. El balance no puede ser más negativo: retroceso institucional, desprecio a la oposición y un creciente clima de confrontación.

1. Inestabilidad política

La gestión del actual gobierno municipal ha estado, desde el inicio, marcada por una profunda inestabilidad institucional. El apoyo que en su momento otorgaron al PP los partidos CxB y VOX ha resultado ser frágil y condicionado por intereses partidistas. A lo largo de estos dos años, puede decirse que “cada uno ha ido por su cuenta”. El concejal de ultraderecha (actualmente no adscrito) se mantiene fiel al gobierno, en gran parte porque percibe su correspondiente retribución, mientras que CxB se ha desmarcado del trío inicial, lo que está generando verdaderos quebraderos de cabeza al señor Ramos.

2. Actitud antidemocrática

El equipo de gobierno ha demostrado, de forma reiterada, una actitud antidemocrática, con prácticas preocupantes que han deteriorado gravemente el normal funcionamiento institucional. Se han utilizado los medios de comunicación municipales con fines claramente partidistas, empleando canales públicos para atacar a la oposición. Además, algunos concejales han eludido solicitar las compatibilidades que, por ley, debían ser debatidas en pleno, percibiendo así ingresos tanto del Ayuntamiento como de sus actividades privadas.

Se han ignorado mociones aprobadas o, directamente, no se han llevado a pleno otras de especial relevancia para la ciudadanía —como la mejora de infraestructuras comarcales, el refuerzo del transporte colectivo, la creación de nuevos ciclos formativos, la prevención en zonas inundables o la climatización de centros educativos—. Las solicitudes de información presentadas por los partidos de la oposición no reciben respuesta en tiempo y forma, y las sesiones plenarias se han caracterizado por constantes irregularidades, con el único objetivo de limitar las intervenciones, desprestigiar al PSOE y obstaculizar nuestra labor fiscalizadora.

3. Gestión heredada

Una gran parte de los proyectos actualmente en marcha proviene del anterior mandato socialista. La inversión y planificación impulsadas por el PSOE han sido la base sobre la que el actual gobierno intenta construir su relato. Estamos hablando de más de 8 millones de euros en subvenciones procedentes de fondos europeos y del Gobierno de España: 2 millones para sostenibilidad turística, 1 millón para el fortalecimiento de la actividad comercial en zonas turísticas, 1,5 millones para apoyo a mercados y zonas urbanas comerciales, 3 millones para la rehabilitación del Palacio de los Enríquez y 700.000 euros para la Alcazaba, entre otras.

Las obras ejecutadas en los últimos meses —como las de la calle Dolores, San Francisco, Cabeza o Alamillos— también forman parte de esta herencia del PSOE. Asimismo, el actual gobierno ha mantenido, sin apenas introducir mejoras, las actividades culturales, deportivas, sociales y asistenciales diseñadas y puestas en marcha por nuestro partido, limitándose a reproducirlas sin innovación alguna.

4. Gestión propia vacía

La gestión que puede atribuirse exclusivamente al actual gobierno se caracteriza por su vacío de contenido. Todo ha quedado en anuncios sin concreción, globos sonda y decisiones que suponen un retroceso respecto a los avances logrados en anteriores mandatos. Ejemplos de ello son el anuncio de convertir el Palacio de los Marqueses de Cadimo en un hotel, la paralización por decisión política de actuaciones diseñadas por el PSOE en materia de movilidad urbana —como el carril bici—, la falta de apoyo al III Centenario de José de Mora o el abandono del proyecto de puesta en valor del archivo fotográfico de Caparrós.

Además, la falta de implicación en cuestiones fundamentales es alarmante. El equipo de gobierno no ha adoptado posición alguna ante asuntos clave que afectan directamente al día a día de la ciudadanía: infraestructuras comarcales, sanidad, ayuda a domicilio, educación o gestión del agua —rechazando incluso la propuesta socialista de crear una Mesa del Agua—. A ello se suma el abandono del nombramiento del cronista oficial y la grave inestabilidad generada en la empresa pública EMUVIBA.

Frente a esta inacción, sus decisiones más visibles han sido meramente simbólicas o ideológicas: colocación de una enorme bandera en la entrada de la ciudad, concesión de subvenciones extraordinarias para festejos taurinos o la sustitución de jardines naturales por artificiales.

  

 

 

5. Abundancia de polémicas

La gestión del equipo de gobierno del PP se ha visto salpicada por una sucesión de polémicas innecesarias que reflejan un estilo autoritario, opaco y carente de sensibilidad social. Desde el frenazo a la itinerancia de la exposición 50 miradas, hasta el silencio absoluto sobre la nueva estación de autobuses o la falta de promoción del parking de autocaravanas, las decisiones se acumulan sin lógica ni planificación.

A ello se suman intentos de imponer nuevas tasas a los adjudicatarios de huertos sociales, intervenciones polémicas en la Alcazaba y en la iglesia de San Juan, y el uso de dinero público para pagar abogados externos que defienden a concejales del equipo de gobierno en causas judiciales. También se intentó convocar un pleno extraordinario y urgente para aprobar unos presupuestos que habían sido rechazados pocas horas antes, generando un profundo malestar institucional.

Las declaraciones denigrantes de miembros del equipo hacia la etnia gitana, las denuncias de la portavoz de CxB por presuntas presiones sufridas por ella y su entorno, así como las acusaciones infundadas al PSOE de promover huelgas del servicio de limpieza, refuerzan un ambiente de confrontación y crispación. Todo ello se agrava con los procesos judiciales abiertos contra concejales del equipo de gobierno, interpuestos por trabajadores municipales, que dibujan un panorama institucional profundamente deteriorado y alejado de cualquier estándar de buena gobernanza.

Conclusión

Desde el PSOE seguiremos cumpliendo con nuestra responsabilidad de fiscalizar y denunciar esta preocupante deriva. Frente al desgobierno, la improvisación y la confrontación, proponemos un modelo de ciudad basado en la planificación, el consenso, la defensa de lo público y la participación ciudadana. Porque nuestra prioridad es, y seguirá siendo, mejorar la vida de nuestros vecinos y vecinas.