El flamante “notición” sobre el inicio de las obras en el Palacio de los Enríquez ha sido presentado con entusiasmo por el actual equipo de gobierno. Lo curioso es que este supuesto hallazgo no es más que la puesta en marcha de un proyecto diseñado, impulsado y con financiación conseguida durante los mandatos socialistas anteriores.
El Palacio ha sido una prioridad histórica para las corporaciones socialistas al frente del Ayuntamiento de Baza. Desde su adquisición en 2017, con Pedro Fernández como alcalde, se han ejecutado diversas actuaciones orientadas a su conservación y valorización como elemento patrimonial único en Andalucía. Basta con recordar las diversas intervenciones llevadas a cabo, sufragadas íntegramente con fondos municipales, algunas como la de 2020 —cerca de 100.000 euros— que permitieron abrir al público varias salas del edificio.
El verdadero impulso llegó en 2023, bajo la alcaldía de Manolo Gavilán, cuando se consiguieron dos importantes subvenciones. Por un lado, la inclusión del Palacio en el Plan de Sostenibilidad Turística, con una asignación de 2 millones de euros, de los cuales 400.000 se destinaban expresamente al proyecto integral de rehabilitación. Por otro, la solicitud de una nueva ayuda, cercana a los 3 millones, para adecuar el inmueble y sus jardines a usos turísticos.
Lo que ahora se anuncia a bombo y platillo no es sino el comienzo de la ejecución de un proyecto que luego ha de aprobar la Consejería de Cultura y que será el paso previo para el inicio de las obras. De momento, toca cruzar los dedos y esperar que los plazos no se diluyan en el camino.
Por eso, instamos al equipo de gobierno actual a dejar de atribuirse méritos que no le corresponden y a centrarse en lo que sí es su responsabilidad: seguir avanzando, buscar nuevos fondos, dirigiéndose por ejemplo a la Junta de Andalucía y demostrar así que están realmente comprometidos con el patrimonio de Baza. Ejecutar lo que ya estaba conseguido está bien; lograr algo nuevo sería aún mejor.